Precauciones para que nos nos engañen a la hora de comprar cereales para el desayuno de los niños

Cuando vamos a comprar, muchas veces conocemos una parte de las marcas de cereales que venden debido a que hacen grandes campañas en los medios de comunicación.

Nos dicen muchas veces que sus productos son buenos para los niños, alegando que están enriquecidos con nutrientes que nuestros pequeños necesitan para crecer fuertes y sanos.

Los cereales que afirman estar enriquecidos, suelen ser más caros, por lo que, para no estar malgastando nuestro dinero, es conveniente saber distinguir los cereales enriquecidos con sustancias que de verdad son beneficiosas para nuestros niños, y los que los enriquecen con sustancias que en realidad solo son excusas para subir el precio del producto, pero sin aportar realmente un nutriente extra para el menor respecto a los cereales normales.

Para entender la diferencia entre unos y otros, cuento una historia que pasó hace ya mucho tiempo.

Cuando la medicina no estaba tan bien desarrollada como ahora, los médicos, aunque sabían que la anemia estaba en muchas ocasiones provocada por un carencia de hierro en el organismo, no sabían aún que no todas las formas de hierro son asimilables por el organismo, y, para curar la anemia tomaban un trozo de hierro metal, y con una lima, lo limaban hasta hacer polvos, y eso lo usaban como medicina para sus pacientes con anemia.

Pero sus pacientes no mejoraban.

Hoy en día sabemos la causa: El hierro metálico no es absorbido por el organismo, y se necesita que esté en forma de sales o mejor aún, en forma de hemoderivados, y por ello, hoy en día para curar la anemia se usa sulfato ferroso y se recomienda tomar mucha carne, especialmente la que es rica en hemoderivados, como es el caso de la carne de caballo, o del hígado de ternera.

 

La principal sustancia de la que suelen presumir los cereales enriquecidos es del hierro. Pero, claro, se “olvidan” de decirnos siempre que tipo de hierro utilizan. Y algunos usan el mismo tipo de hierro que usaban esos médicos que conté anteriormente, es decir, hierro metálico.

¿Cómo distinguir el hierro y saber si enriquecieron con hierro que de verdad sirva para que los niños crezcan fuertes y sanos, y no con limaduras, que solo hará que pague más por algo que realmente no mejora el producto (con lo cual seria igual comprarse los cereales sin enriquecer, pero gastandonos menos dinero)?

Muy sencillo, con un imán. Preferentemente de los que van pegados a una varilla, pero siempre podemos hacer uno con una piedra imán o similar pegándola a la punta de un cuchillo (lo mejor es uno que sea metálico, y así el imán se pegará a él por sí mismo). El imán ha de estar limpio y que no esté oxidado.

El procedimiento es el siguiente:

Tomamos un tazón y lo llenamos de cereales. Echamos agua o leche (si echan leche y usan el imán y el cuchillo perfectamente limpios, luego pueden tomarse los cereales con leche y así optimizar el rendimiento económico del experimento), hasta que los cereales se deshagan. Si es posible, bátalo en una batidora, hasta obtener un líquido.

Después, con cuchillo del imán, remueva el líquido que se formó al deshacer los cereales (o batirlos), unos minutos. A continuación lo saca.

Si el tipo de hierro que llevan es metálico, las pequeñas virutas de metal se pegan al imán. Si esto pasa, esos cereales se enriquecieron para subirle el precio, y no merece la pena pagar más por ellos.

Reflexiones antes de comprar zapatos.

Cada vez encontramos zapatos de más modelos y estilos, a veces incluso, especialmente en mercadillos, a precios que resultan practicamente irresistibles, como, por ejemplo, zapatos a 2 euros.

Cuando nos encontremos ante unos zapatos, y sintamos un “flechazo”, bien provocado por el diseño de los mismos, bien por el precio, o por una mezcla de ambos, es preciso pararse un momento y reflexionar, pues, aunque un par de zapatos cuesten 2 euros, si luego nos destrozan los pies porque son de mala calidad, o no nos los ponemos porque “no conjuntan con la ropa que me puse”, será dinero perdido.

Puede parecer que 2 euros es poco dinero, pero hay que tener en cuenta que este tipo de prendas tan “económicas” en nuestro bolsillo ejercen el mismo efecto que las gotitas de agua sobre la piedra. Una, aparentemente no hace nada, y, como las vemos inofensivas, no consideramos que la roca corra peligro, pero cada gota que cae va desgastanto de forma inperceptible la piedra, y cuando caen muchísimas es cuando ya se ve el desgaste. Otro caso es con una mano y una pared. Si al bajar una escalera,va toca, con la mano limpia, la pared, al principio no se aprecia nada, pero al cabo de meses se nota que la pintura de desgasta por la zona de roce.

Bueno, entonces:

No dejarse llevar por el precio

Los zapatos muy económicos suelen ser de plástico de mala calidad, y su diseño de colores atractivos y que no combinan con prácticamente nada. Diseños rocha chicle chillón,  imitación de piel de leopardo de las praderas, y similares, son lo que más frecuentemente se encuentra en los mercadillos de los zapatos a 2 euros. El recorte en el precio en estos casos siempre es un recorte en la calidad, y serán zapatos que rápidamente haran rozaduras y si tienen tacón alto, se les romperá el tacón.

Y como valen poco y sus diseños son “únicos”, parece que no pasa nada por comprarse un par de zapatos…pero, claro, un par de zapatos cada semana, durante 50 semanas, es algo que hace que se piense que no se malgastó el dinero (total,, solamente cuestan 2 euros), pero en realidad se gató 100 euros en zapatos que casi nuncá se usarán, y que si alguna vez se usa alguno, provocará rozaduras en los pies, será incómodo, y a la larga generará los “juanetes”, que son una deformación en el pie, que hace que un bello pie femenino se transforme en un pie horroroso. Se puede operar, lo cubre la seguridad social, pero no queda bien, y es mejor prevenir no comprando zapatos de baja calidad pensando que hacemos el negocio de nuestra vida, o dejándonos llevar por nuestros impulsos, sin pensar en que, por su diseño, no combinarán con la ropa que nos gusta usar, y, por tanto, no los usaremos nunca,por eso, siempre tenemos que recordar

Aunque el diseño nos guste, debemos pensar si nos es útil

Antes de dar el paso clave, que es comprar el par de zapatos, hemos de pensar en cuantas veces lo usaremos y con cuantas prendas de vestir de las que nos gusta llevar, lo podemos combinar bien. Los colores muy brillantes o extraños, estilo rosa chicle o rojo intenso suelen darle buena apariencia a un zapato, pero luego no combinan con ropa que no sea de su color, o similar. Los zaconazos de vertigo quedan muy bonitos puestos, pero si luego no sabemos caminar con ellos o nos resultan incómodos porque estamos muchas horas de pie en el trabajo, con lo cual no es buena idea usarlos para trabajar, y no vamos a eventos donde poder lucirlos, al final quedarán como un trasto más ocupando el armario.

Por mucho que nos gusten unos zapatos, solamente es una buena idea comprarlos si tenemos muy claro que serán usados y no los dejaremos como un bulto más en el armario, con excusas estilo “me gusta pero no combina con lo que llevo puesto””es bonito, pero incomodo” o similares, que hacen que un par de zapatos al final se acabe tirando a la basura o regalando, sin llegar a haberlo usado, o usado en solemente dos o tres ocasiones a los largo de muchos años.

La salud de nuestros pies, algo fundamental a tener en cuenta cuando compremos zapatos.

Por muy buen precio que tengan, por muy bonitos que nos parezcan, jamás hemos de comprar un zapato que no nos resulte cómodo. Y en la tienda, cuando lo probamos, si resulta ligeramente incómodo, cuando solamente caminamos cuatro pasos con el, cuando se use horas y horas, será peor aún.

Hay quien se compra zapatos incómodos porque le gusta su diseño o su precio, alegando que “el pie se adapta”. Si, se adapta deformándose, creándose los “juanetes” y similares. No es una buena idea. El zapato ha de adaptarse al pie, y no el pie al zapato.

Es preferible tener un par de zapatos buenos, aunque en principio parezcan más caros, que cientos de zapatos, que parezcan muy baratos, pero que nos destrocen el pie, o no nos pongamos. Un armario con tres pares de zapatos buenos que nos gustan, son cómodos, y nos ponemos con cualquier prendan de vestir es mejor que un armario con 50 pares de zapatos que no nos gusta llevar porque son incómodos, “son bonitos pero me rozan y luego salen ampollas” o “no combinan con la ropa que me suelo poner”.

Precaución con los zapatos de precio “razonable-alto”

Aunque un precio superior suele ser algo que caracteriza a un buen zapato, no todo zapato caro, es bueno o de calidad. También hay aprovechados que buscan los pocos modelos potables que venden los mercadillos y similares (los de los 2 euros el par de zapatos), los cambian de caja, y les suben el precio, haciéndolos pasar por zapatos caros.

Es preciso saber si la tienda dónde se compran es de confianza, y saber algo que las marcas que vende. Aunque veamos un zapato que nos guste, es mejor primero mirar si es una marca de zapatos de “todo a 2 euros o similar” (para ello viene muy bien usar el internet), o si no.

Porque destrozarse el pie comprando zapatos de mercadillo a 2 euros, es lamentable, pero comprar el mismo zapato, destrozarse igualmente el pie, a un vendedor sin escrúpulos que hace pasar por zapatos de calidad los zapatos del mercadillo, y pagar 70 euros, es el acabóse.

Realmente los zapatos buenos se pueden diferenciar de los de baja calidad por el tacto y por el olor que emiten. Pero ello requiere práctica tocando ambos, y cuando se compran artículos con los ojos, no se aprende bien a diferenciar la calidad del zapato. El zapato bueno es cómodo desde el principio. Si al probárselo molesta, no lo compre.

Otra cosa a tener siempre en cuenta: Cuando se pruebe los zapatos en la tienda, pruebése siempre los dos.

Se suele probar un solo zapato, y esto hace que no se preciban las incomodidades y malos acabados que pueda tener. Cuando se usen, se usaran los dos, por ello es importante probarse los dos, y caminar con ellos. También es importante probárselo con el mismo tipo de calcetin o media que pensemos usar cuando los usemos, pues un calcetin gordo puede hacer parecer cómodo un zapato que hace rozadoras cuando se usa con medias, pero que tenemos planeado usar siempre con medias, porque, por ejemplo, con los calcetines gordos queda feo.

 

En definitiva, antes de comprar un par de zapatos, hágase esta pregunta: ¿Me pondría estos zapatos todos los días?

Si la respuesta es si, cómprelos.

Si la respuesta es No, o “si pero….”, como, por ejemplo, “si,pero solo unos minutos porque me aprietan el pie”, no los compre.

localizar la gasolinera mas barata

No todas las gasolineras tienen el mismo precio, y, eligiendo la gasolinera más económica, junto con acordarnos de repostar mejor los lunes que los viernes o sábados (para evitarnos la subida de gasolina que algunas gasolineras hacen cuando se acerca el fin de semana – también lo hacen los días cercanos a festivos y puentes-
y mejor en pueblo y ciudad que en autopista,
la mejor forma de localizar la gasolinera más económica es mediante la página del ministerio de industria

Aunque solamente sea medio céntimo por litro, cuando se han gastado ya muchos litros, se nota muchísimo el ahorro.

Los regalos de navidad

Estamos en febrero, y aunque la navidad parece aun muy lejana, lo mejor es comenzar a ahorrar desde hoy para los regalos de navidades.

Faltan 10 meses para tener que empezar a comprar regalos, y si cada mes guardamos 10 euros para regalos, cuando llegue la fecha prevista tendremos 100 euros sin que haya supuesto un gran esfuerzo económico, y si vamos guardando, por ejemplo, 1 euro cada dia, cuando llegue la fecha de comprar los regalos tendremos algo mas de 300 euros.

Muchas familias para poder gastarse 300 euros en navidades recurren a tarjetas de credito o compras aplazadas, que te hacen al final pagar el doble, y pagar más de letra mensual por el préstamo que lo que supondría ahorrar si se empieza a hacerlo desde ya.

Ir metido cada dia el dinero en una hucha es una opción, otra opción también es tener una cuenta de ahorro de esas que no cobran comisiones de mantenimiento, y si puede ser de esas que te dan un % de intereses mensuales, y asi al cabo de los 10 meses sacarás un poco mas de lo que ibas metiendo (puede que 5 euros más, que, aunque algunos digan que no es mucho, piensa que para ganar eso mucha gente necesita trabajar una hora entera o media si la nomina es buena. Cada vez que cobras la nómina sacas aparte los euros para el ahorro y los metes en la cuenta de ahorro (o en la hucha).

Una buena economía, planificando bien, nos permite ahorrar con muy poco esfuerzo.